PERTH, Australia.- La fiesta de Año Nuevo del 31 de diciembre de 2011 marcó un antes y un después en la vida de Dana Vulin, una bella mujer que esa noche conoció a un hombre, pero sin que la historia entre ambos pase a mayores.

El problema fue que el sujeto era casado y su mujer, Natalie Domitrovska, enloqueció de celos. Buscó a Dana, le roció alcohol en la cara y luego le prendió fuego unos meses después del encuentro. Por esa causa, actualmente se encuentra en prisión.

Esa noche la rubia salvó su vida de milagro y comenzó a transitar un larguísimo y doloroso camino hasta llegar a esta actualidad. Tuvieron que hacerle decenas de cirugías e intervenciones mientras ella cubría su rostro para no ser vista.

Dos años después de la brutal agresión, se animó a quitarse la máscara que la protegió todo este tiempo y volvió a mostrar su rostro a la sociedad.

“Si pudiera volver el tiempo atrás y no ser quemada o tener la chance de no tener mis heridas, por supuesto que lo tomaría, pero si alguien me preguntara cómo me siento respecto a mi cuerpo, le diría que estoy orgulloso de él”, comentó la mujer en declaraciones realizadas a la prensa australiana.